El Salmo 46:10 del Antiguo Testamento de la Biblia nos recuerda, en primer lugar, que calmemos nuestro pensamiento para que podamos ser receptivos a lo que Dios nos dice. En segundo lugar, es un mandato para saber que Dios tiene el control, y para dejar a un lado nuestros propios pensamientos y nociones preconcebidas, y reconocer Su gloria.
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El texto Biblico ha sido tomado de la version Reina-Valera © 1960 Sociedades Biblicas en America Latina ; © renovado 1988 Sociedades Biblicas Unidas. Utilizado con permiso.